Descubre en Belén la Magia de El Edén Dorado, Un Refugio Natural en Caquetá
El Edén Dorado, una experiencia inolvidable en el corazón de la naturaleza
Por César Rincón
Hace una semana, mi vida se llenó de magia y naturaleza cuando fui invitado por mi amigo Heriberto Ariza Guerra a pasar un fin de semana en el Ecoparque El Edén Dorado, en Belén de los Andaquíes, Caquetá.
Desde el momento en que llegamos, supe que iba a ser una
experiencia inolvidable. Este hermoso lugar, de paisajes de ensueño, se
encuentra a solo tres o cuatro minutos del casco urbano, lo que lo hace
accesible, pero al mismo tiempo parece un mundo aparte, rodeado de naturaleza
exuberante.
Delicias gastronómicas en un entorno idílico
El Edén Dorado es famoso por su restaurante, donde probamos
delicias locales. Recuerdo con especial cariño el sancocho, el pescado bagre en
salsa y los tamales, platos que reflejan la riqueza gastronómica de la región.
Cada bocado fue un homenaje a la cultura caqueteña, y disfrutar de esta comida
en un entorno tan idílico fue un regalo que atesoraré siempre.
Las instalaciones son impresionantes. Las cabañas,
construidas en madera con techos de paja, son una verdadera obra de arte.
Equipadas con baño privado, televisión y servicio de Wifi, ofrecieron todo el
confort que podíamos desear.
Sin embargo, lo que realmente me cautivó fue la conexión con
la naturaleza. Desde nuestra cabaña, teníamos vistas a los lagos, rodeados de
flores vibrantes y la melodía de las guacamayas y otros pájaros que nos arrullaron
con sus cantos. La atmósfera era mágica, como estar en el propio Edén.
Atención al cliente que hace la diferencia
La atención del personal fue excepcional. Desde que
llegamos, nos hicieron sentir como en casa. En el ambiente se respira un aire
limpio y puro, y la hospitalidad de los propietarios y empleados nos llenó de
alegría.
Ellos realmente saben cómo cuidar a sus visitantes,
asegurándose de que cada detalle esté cubierto. Esto, sumado a la belleza y
tranquilidad del lugar, hizo que nuestro descanso fuera perfecto.
Aventura en la selva: un recorrido fascinante
Uno de los momentos más destacados de nuestra visita fue el
recorrido por un sendero selvático guiado por Wilfredy Almario, un experto en
la flora y fauna del área. A medida que caminábamos, Wilfredy compartía
historias y secretos sobre el ecosistema local.
Fue fascinante aprender sobre los diferentes árboles, plantas medicinales y las diversas especies de animales que habitan en esta selva típica del pie de monte amazónico. En el camino, descubrimos cuevas escondidas y cascadas de agua cristalina, un espectáculo natural que te dejaba sin aliento.
Naturaleza que conecta a la familia
Este sendero, aunque desafiante, fue accesible para todos nosotros (adultos y niños), y nos permitió sumergirnos en la verdadera esencia de la naturaleza selvática.
Ver a mi hija y esposa maravillarse con cada descubrimiento fue una de las mayores satisfacciones de este viaje. La naturaleza tiene una forma especial de conectar a las familias, y nosotros experimentamos esto en cada paso.
Diversión para todos: actividades y relax
Además de las actividades al aire libre, el Ecoparque ofrece
varios miradores. Uno de ellos, un enorme monumento en forma de falo con alas,
homenajea a la fertilidad y al amor. También hay una quebrada con aguas
cristalinas que forman varios lagos adecuados para pesca deportiva y una
hermosa piscina natural en medio de rocas y vegetación ideal para nadar y
refrescarse a cualquier hora del día o la noche.
Este lugar tiene todas las comodidades modernas, lo que lo hace ideal para todo tipo de ocasiones: desde convenciones y fiestas hasta escapadas familiares y lunas de miel. Cada rincón del parque está diseñado para proporcionar una experiencia completa, donde el confort se encuentra con la aventura.
Diversión desenfrenada
Mi hija correteó con sus amiguitos por todo el lugar,
disfrutando de los animales como perros, gatos, vacas e incluso guacamayas que
andan sueltas. Fue una agradable locura que trajo felicidad y risas al aire.
Cierre de jornada: cena mágica al aire libre
A medida que el sol se ponía, disfrutamos de una cena al
aire libre, rodeados de una fogata y acompañados de música. La combinación de
buena comida, la calidez de la compañía y el entorno natural creó una atmósfera
perfecta. Era difícil creer que un lugar tan hermoso pudiera existir tan cerca
de casa y a precios increíbles.
Reflexiones sobre un paraíso terrenal
Al final de nuestra estadía de dos días, que se me hicieron
cortitos, me di cuenta de que El Edén Dorado no solo es un lugar para
descansar, sino un refugio que invita a la reflexión y a la conexión con lo que
realmente importa: la familia, la amistad, la naturaleza y el momento presente.
Esta experiencia única fue un recordatorio de la belleza del medio ambiente
natural que nos rodea y de la importancia de tomarnos un tiempo para
disfrutarla.
Si buscas un lugar que combine la tranquilidad de la naturaleza con la comodidad moderna, puedo recomendar amplia y gratamente el Ecoparque El Edén Dorado. Este sitio hace justicia a su nombre y nos dejó recuerdos imborrables. Sin duda, volveremos, y cada visita será una nueva oportunidad para descubrir más de este paraíso en Belén de los Andaquíes, en el verde y paradisíaco Caquetá, al sur de nuestra adorada Colombia.
Nota: No alcance a tomar fotos de todas las actividades mencionadas, ya que me olvidé por completo del celular en esos momentos, mi objetivo era disfrutar del Eco-Parque El Edén Dorado, un paraíso en Belén Caquetá, al sur de Colombia!