Jesús Eduardo Villarroel González la mente detrás de la Teoría del Anticrono, el científico que quiere cambiar nuestra relación con el tiempo.
En un mundo donde la malversación del tiempo se ha convertido en un reto apremiante, la Teoría del Anticrono de Jesús Eduardo Villarroel González ha captado la atención de foros internacionales, incluyendo la ONU, el Congreso de la República de Colombia entre otros lugares emblemáticos a nivel internacional.
Durante el
vigésimo séptimo Congreso Hispanoamericano de Prensa en Bogotá, tuve el
privilegio de dialogar con Villarroel González, un científico, humanista e
ingeniero electrónico, cuyo enfoque innovador promete transformar nuestra
percepción del tiempo y su importancia en la vida cotidiana.
¿Para
empezar, cuéntanos de tu vida, quien es Jesús Eduardo Villarroel
González?
Soy un venezolano nacido el 23 de
diciembre de 1967 en Caracas, desde niño fui apasionado del estudio del tiempo
en lo humano, lo que hizo que más tarde me dedicara a estudiarlo en
profundidad. Soy ingeniero electrónico,
pero descubrí que mi verdadera pasión residía en el mundo de la medición de
tiempos de procesos organizacionales, especializándome en las normas ISO
(estándares internacionales aplicables a la industria).
Soy investigador de lo que hicieron los
grandes de la historia como Platón, Aristóteles, Newton, Einstein y el
resultado de sus enseñanzas sobre el tiempo.
Más allá de mi faceta profesional, soy
un amante de vivir mi familia cada segundo intensamente, un entusiasta de las
actividades con contacto natural y un ferviente defensor de la salud interna,
como le llamo: de hablar con mis órganos y tratarlos bien. Mi familia es mi
mayor soporte y fuente de inspiración.
¿Cómo influyó tu entorno en la creación de la Teoría del Anticrono?
Fui criado en un mundo de mucho amor y
respeto por mis padres, Zoraida González y Jesús Antonio Villarroel, y junto a
mi hermana, Soraya Villarroel. Ellos me proporcionaron un entorno lleno de
calidez, valores y enseñanzas que han sido fundamentales en mi vida.
El amor y el cuidado que recibí de mi
familia crearon un ambiente ideal para que floreciera mi pasión por la vida.
Desde pequeño, ese ambiente lleno de
afecto y respeto me permitió desarrollar una profunda apreciación por cada
momento vivido y entender la importancia del tiempo. El tiempo no es solo una
medida abstracta para mí; es la esencia misma de nuestra existencia, la forma
en que expresamos nuestros sentimientos y aprendizajes. Mis padres, con su
ejemplo y sabiduría, me enseñaron que cada instante tiene un valor incalculable
y que debemos vivirlo con plenitud, responsabilidad y amor.
Luego, ya como adulto, imagino que todo
este amor por el valor del tiempo, sumado a mi experiencia de estudio y luego
laboral, que tuvo un común denominador El Tiempo, me llevó a profundizar aún
más en este concepto. Al observar cómo era tan meticuloso en el cálculo de
tiempos industriales, surgió en mí una pregunta fundamental: ¿Cómo podemos
ser tan precisos y eficientes cuando hablamos del tiempo material, como en los
procesos industriales, y tan débiles como raza cuando hablamos del tiempo en lo
humano?
De esta reflexión nace mi interés en
estudiar por qué somos así. Esta dicotomía entre la gestión precisa del tiempo
en el ámbito material y nuestra incapacidad para manejar el tiempo en los
aspectos humanos de nuestra vida me ha llevado a investigar y explorar
profundamente estos temas.
Mi objetivo es entender esta paradoja y
buscar formas de equilibrar y mejorar nuestra relación con el tiempo en todas
sus dimensiones, tanto en lo material como en lo humano. Aquí nace la Teoría
del Anticrono.
¿Cuál fue el momento o la experiencia
clave que te llevó a desarrollar esta teoría?
Mi adorada familia es mi inspiración, vivo
con mi esposa Genesis Tomaybi Emperatriz Navarro González y somos padres de un
hijo que apenas viene a acompañarnos en este mundo con tan solo tres años de
edad de nombre Jesús Isaac que representa mi motor principal, a mis 56 años,
para llevar adelante esta misión de ayuda, ya que estoy convencido de que las
acciones que tomemos hoy construirán el futuro en el que él vivirá.
Mi sueño es que pueda crecer y vivir en
un mundo mejor, donde el valor y el respeto por el tiempo propio y ajeno sean
pilares fundamentales. Cada decisión y cada proyecto que emprendo están
impregnados por este deseo de dejar un legado duradero y positivo que beneficie
no solo a mi hijo, sino también a los niños del mundo y a las futuras
generaciones.
¿Cómo definirías la Teoría del Anticrono en términos sencillos para quienes no están familiarizados con el tema?
Comienzo diciéndote que significa
Anticrono, viene de la palabra Antitiempo, y lo defino como el fenómeno que
induce al individuo a no valorar su tiempo de vida y que a su vez interfiere en
el respeto por su vida y por la creación.
Sigo diciendo la primera afirmación de
la Teoría del Anticrono: La teoría del Anticrono sostiene que la comprensión
profunda del tiempo modifica la percepción de la vida, conformando la
valoración de la existencia en función de su fugacidad. Quienes posean este
entendimiento experimentarán una perspectiva distinta a aquellos desprovistos
del mismo.
Y cierro diciendo que este desvalor
histórico que hemos dado a nuestro tiempo de vida se encontró con el proceso de
Inmersión Digital que nace en los años 90 y que viene creciendo
exponencialmente en las áreas de redes sociales, metaversos, juegos virtuales e
inteligencia artificial. Esta fusión
genera una espiral negativa de derroche de tiempo en el individuo que está
socavando el tiempo necesario para la resolución de problemas individuales y
colectivos, y a su vez la etapa de formación de los niños y adolescentes
mermando la creación de relevos especializados y competentes.
¿Qué problemáticas específicas de la gestión del tiempo intentas abordar con tu teoría?
Todas,
permíteme mostrártelas. Las divido en tres grandes grupos, en total 18:
CTDCR: Consecuencias del Tiempo disponible en
contacto con la realidad. Que se refiere a como el desvalor que hemos dado a
nuestro tiempo unido a las tecnologías inmersivas, nos colocan en una condición
de consumo recurrente de nuestro tiempo en ocio desconectándonos de lo que
realmente nos hace humanos.
CVT:
Consecuencias en el Valor del Tiempo: Aquí exploro la relación existente entre
el valor que le hemos dado a nuestro tiempo de vida y como esto influye en el
respeto hacia la creación, es decir, la
vida de otro ser vivo y la gestación.
CTI: Consecuencias del Tiempo en lo Individual, en
esta muestro las más conocidas como lo son la Procrastinación, el apego a lo
material y otras 14.
¿Cuál ha sido la respuesta más sorprendente que has recibido sobre tu teoría en foros como la ONU?
La respuesta sorprendente que recuerdo
como más recurrente ha sido una pregunta:
¿Por qué dice usted que la inmersión digital puede llevar al colapso de
las sociedades y cómo su teoría podría mitigar este riesgo?
La inmersión digital nació en los años
90 debido a los avances en la velocidad de transmisión de datos, lo que dio
cabida a esta tecnología. Esto permitió el desarrollo de aplicaciones que
funcionan sobre ella, como redes sociales, metaversos, juegos virtuales, e
inteligencia artificial. Estas aplicaciones, por sus características
audiovisuales, promueven en el individuo una especie de enganche o adicción a
su uso.
Lo grave del nacimiento de esta
tecnología no es la tecnología en sí misma, sino que nos encuentra vulnerables
como humanidad. Históricamente, las sociedades no han valorado adecuadamente su
tiempo de vida, lo que crea una combinación letal: un individuo que no valora
su tiempo como su activo más valioso que se encuentra con una tecnología que lo
duerme y lo engancha. Esto crea un espiral negativo de derroche de horas que
son necesarias para:
1. La resolución de problemas
individuales y colectivos. Es decir, una persona que en el pasado contaba con
16 horas despierta para atender sus problemas, ahora cuenta con 6 horas menos
debido a que la inmersión digital en ocio, según las estadísticas, ronda cerca
de las 6 horas diarias en niños y adultos. Se proyecta que en los próximos 5
años esta inmersión superará las 10 horas diarias debido a nuevas tecnologías,
como Orion de Meta, que acaba de ser anunciada con el objetivo de sustituir el
smartphone y contar con el mundo virtual únicamente en el lente de tamaño y
forma convencionales. Esta inmersión, al llegar a 10 horas, desconectará al
individuo y a la sociedad de las horas necesarias para la resolución de
problemas, lo cual exacerbará las dificultades debido a la falta de atención.
2. El contacto de las sociedades y los
individuos con la realidad disminuirá por estar inmersos en el mundo virtual,
lo que resultará en una pérdida gradual de la sensibilidad hacia el valor de la
naturaleza, la gestación y la creación en general, haciendo que no se protejan
estos valores.
3. La falta de horas para actividades
fundamentales hará que nuestros niños y adolescentes pierdan la calidad de su
educación, incluso hasta el punto de llegar a la deserción escolar.
La combinación de todos estos factores
resulta en un colapso inminente de las sociedades del mundo que puede decantar
en una anarquía.
¿Cómo crees que tu teoría puede cambiar
la forma en que las personas perciben y utilizan el tiempo?
Vivimos en un error histórico, ya que
desde el inicio de la existencia se inculcó en el ser humano que el valor de lo
material está por encima de nuestra propia vida, es decir, de nuestro propio
tiempo. En este sentido, el modelo educativo universal impulsa al individuo a
perseguir o ensamblar un propósito de vida material.
He aquí el gran error. Si colocáramos
todo en su sitio, el rumbo de la humanidad cambiaría para bien. Si colocáramos
lo material como un medio y no como un objetivo, todo se reorganizaría. Y la
única forma que tenemos para lograr esto es insertar la cápsula de conocimiento
del valor del tiempo en el sistema educativo de las naciones, donde ya tengo el
Modelo Educativo planteado, para la educación primaria y secundaria.
De esta forma, podemos construir nuevas
generaciones que coloquen su tiempo como su activo más valioso y, de esta
manera, obtener todos los beneficios que esto conlleva, entre ellos afrontar la
tecnología de inmersión.
¿Qué proyectos futuros tienes en mente
relacionados con la Teoría del Anticrono?
Sin duda, llevar este conocimiento a
todas las naciones para crear conciencia y lograr la implementación progresiva
de la comprensión profunda del tiempo humano que permitirá ver el nacimiento de
nuevas generaciones fortalecidas. Estas generaciones podrán enfrentar la
inmersión digital y crecer con ella de manera equilibrada, propiciando la
evolución de las sociedades.
¿Cómo visualizas la evolución de tu teoría en los próximos años?
Buena pregunta. Con la ayuda de Dios,
espero que en los próximos dos años hayamos podido llevar estas soluciones a
todo nuestro amado mundo. Anhelo que un primer grupo de naciones, junto con la
ONU, la UNESCO y los líderes religiosos del mundo, hayan adoptado e
implementado las bases y el modelo educativo que planteo en mi teoría. De no
hacerlo, es probable que en una década comencemos a presenciar el colapso de
nuestras sociedades.
¿Qué barrera o desafíos has tenido al difundir tu teoría?
Te puedo decir que Dios ha abierto
puertas que ni imaginaba que se abrirían tan rápido; con Él, no hay barreras.
Sin embargo, si hablamos de desafíos, puedo decirte que la implementación del
modelo educativo será uno de los más grandes. Esta tarea es de enorme
complejidad, ya que integrar un nuevo modelo educativo a nivel global requiere
coordinación internacional, ajustes curriculares y formación de educadores.
Aquí radica la importancia de la ONU, la
UNESCO y los líderes religiosos. Con su apoyo, el mensaje podrá llegar
estructuradamente a las naciones.
¿Qué lecciones personales has aprendido
en este camino como ingeniero y escritor?
Aprendí que tenemos un error histórico:
no consideramos el poder de la comprensión del tiempo humano. La razón es que
nadie nos enseñó porque no se sabía hasta hoy, con la teoría del Anticrono.
También aprendí que hay otra cosa que no
nos enseñaron: la acción de ayudar.
Me han preguntado: "Jesús Eduardo,
¿por qué llamas a ayudar a otros? ¿Por qué perder tiempo en esto?"
En este sentido, aprendí sobre el
Círculo Moral. Este concepto nos muestra hasta dónde la sociedad nos ha
enseñado que llega nuestra responsabilidad moral. Aquí observé otra gran falla
histórica: se nos enseñó que nuestra responsabilidad moral se limita a nuestro
círculo familiar o de amistades cercanas.
Aquí invito a que cada uno de nosotros
extienda la mano y brinde apoyo a aquellos que están más allá de nuestro
entorno inmediato. Al ampliar nuestro círculo moral, podemos marcar una
diferencia significativa en la vida de personas que tal vez nunca hayamos
conocido, pero que también merecen nuestra consideración y ayuda. De esta
manera, podemos mejorar el mundo en el que vivimos.
¿Qué consejo le darías a aquellos que buscan innovar en su campo?
¿Innovar? Les daría
un consejo. Incorporen a su principio de innovación la frase Ayudar al prójimo.
Y el éxito en sus vidas estará garantizado.
La Teoría del
Anticrono nos invita a replantear nuestra relación con el tiempo, esencial para
nuestra existencia y desarrollo. En el mundo contemporáneo la tecnología y en
especial la virtualidad distrae y desvía nuestra atención, es importante
reconocer y dar el valor de cada momento vivido.
Al integrar
esta conciencia en la educación y la vida cotidiana, podemos construir un
futuro en el que el respeto por el tiempo propio y ajeno se convierta en un
pilar de nuestras sociedades. Jesús Eduardo Villarroel ha insistido en diversos
foros: “Sin este cambio, corremos el riesgo de perder no solo nuestro tiempo,
sino la esencia misma de lo que significa ser humano”.