Por Olaff Crown
La Casa de la Cultura Emilio Pradilla González se encuentra ubicada frente a la plaza central del bello municipio de Barichara, conocido como el pueblo más bonito de Colombia. Este pequeño poblado está anclado en el tiempo, la historia y las tradiciones vivientes entre sus calles empedradas, se engalana con esta preciosa obra arquitectónica del siglo XVIII.
La Junta de Acción Comunal Central Alfredo Mutis es la propietaria del inmueble en donde funciona la actual Casa de la Cultura Emilio Pradilla González. Esta adquisición se realizó en compra al padre José Antonio Bustamante Mejía, según reza la escritura pública 015 del 21 de febrero de 1972. En ese momento, su valor fue la suma de 66,000 pesos.
La junta estaba presidida por el presbítero
socorrano Horacio Sarmiento Acevedo. Curiosamente, en la escritura aparece que
la casona sería destinada a albergar la Casa de la Cultura Aquileo Parra. La
gobernación de Santander había otorgado a la junta de acción comunal la
personería jurídica mediante resolución 0165 del 24 de octubre de 1963.
Sin embargo, los directivos comunales
consideraron que la institución debería llamarse Emilio Pradilla González
(aunque el nombre completo es Abdón Emilio Francisco Pradilla González). Este
ilustre ciudadano había nacido en Barichara el 6 de marzo de 1881. Estudió en
el colegio San Pedro Claver de Bucaramanga y luego derecho en la Universidad
Nacional de Colombia de Bogotá. Fue gobernador de Santander en 1922 durante el
gobierno de Pedro Nel Ospina. Además, se desempeñó como presidente del Centro
de Historia de Santander, diputado a la Asamblea, representante a la Cámara y
agregado cultural en Lima, así como secretario de la embajada en Caracas. Fue
escritor prolífico, poeta y traductor del francés en materia literaria. Murió
en Bucaramanga el 14 de noviembre de 1938.
El municipio, mediante acuerdo del consejo 002
del 7 de marzo de 1989, se oficializó denominándola Centro Cultural Casa de la
Cultura Emilio Pradilla González.
Desde hace más de 10 años, la Casa de la
Cultura es dirigida por el licenciado Humberto Muñoz Muñoz, quien ha demostrado
gran acierto y dedicación en su gestión. La verdad es que la Casa de la Cultura
es uno de los sitios más visitados por propios y turistas, ya que allí se
ofrecen muestras y exposiciones artísticas y culturales en forma permanente.
Además, permite disfrutar de los gratos recuerdos históricos y culturales de la
población a través de medios fotográficos, esculturales y audiovisuales. La edificación
es un ejemplo de belleza arquitectónica colonial y su mantenimiento permanente
la torna muy agradable. Es justo anotar que todos los eventos culturales y
artísticos regionales pasan por el meridiano de esta preciada casona
institucional.
Sin embargo, a pesar de su relevancia cultural, la Casa de la Cultura enfrenta una serie de desafíos económicos que ponen en riesgo su sostenibilidad. Según informes recientes, la institución tiene una deuda de aproximadamente 80 millones de pesos, una situación que ha perdurado durante varios años. Este problema económico ha sido descrito como una de las principales dificultades a las que se enfrenta la Casa, que depende en gran medida de la colaboración de los visitantes, las exposiciones y la renta de espacios. La falta de apoyo efectivo por parte del gobierno y administración municipal, a nivel departamental y nacional ha intensificado estos problemas, lo que limita las oportunidades de crecimiento y desarrollo para esta institución clave en la conservación del patrimonio cultural.
Por otro lado, la Casa de la Cultura también
ha sido un centro de impulso para la creación artística y el intercambio
cultural. Su ubicación en el centro histórico de Barichara y su dedicación a la
preservación de la cultura local le ha permitido convertirse en un referente
tanto para los habitantes del municipio como para los turistas que visitan la
región. Sin embargo, el hecho de que carezca de un apoyo institucional
sostenido pone en peligro su funcionamiento y sus objetivos.