El Arte de Alexander Calderón Palacios y la Existencia Fracturada
Por César Rincón
En el fusor de la Colombia herida, donde las cicatrices del conflicto armado se entrelazan con la exuberante vitalidad de su naturaleza, emerge la figura singular de Alexander Calderón Palacios. Ex-sacerdote, docente y ahora, con la fervorosa entrega de quien despoja los hábitos para abrazar la paleta, un artista cuya obra palpita con la memoria de la violencia, el grito silencioso del secuestro y la urgente plegaria por la paz y la tierra.
El tránsito vital de Calderón Palacios, desde los
púlpitos de la fe hasta los talleres donde la madera reciclada cobra nuevas
formas, no es una mera anécdota de su biografía, sino el sustrato mismo de una
poética visual que nos interpela sobre el rol trascendente del arte en una sociedad
marcada por la fractura.
Nacido en las entrañas del Caquetá, en Solano (1972),
Calderón Palacios arraiga su existencia y su creación en el municipio de Puerto
Rico, donde alterna la pedagogía de docente en la “Institución Educativa
Instituto Técnico Comercial Sagrados
Corazones” y la paciente labor del artista creador.
Su bagaje intelectual, sedimentado en los estudios
teológicos, lejos de ser un vestigio del pasado, se revela como una lente
singular a través de la cual observa y traduce las complejidades del mundo.
Esta formación atípica dota a su discurso artístico de una profundidad
reflexiva, una búsqueda de trascendencia que va más allá de la mera
representación estética.
Como un alquimista de la forma, trazos y colores, Alexander
Calderón abreva de las fuentes inagotables del arte universal. En su paleta
resuenan los ecos oníricos de Salvador Dalí, la visceral denuncia social de
Oswaldo Guayasamín, la monumentalidad telúrica de Rodrigo Arenas Betancourt y
la voluptuosa humanidad de Fernando Botero.
![]() |
Trabajos de sus alumnos |
Sin embargo, lejos de ser un mero epígono, su obra decanta
estas influencias en un lenguaje propio, un diálogo entre el neo-surrealismo
que desvela las capas ocultas de la psique colectiva y la abstracción
geométrica que busca el orden subyacente en el caos aparente.
Esta hibridación estilística, reconocida por la crítica
que ha acompañado su trayectoria en galerías y museos de México a España,
pasando por Brasil y Estados Unidos, no es un capricho formal, sino la
manifestación de una visión poliédrica de la realidad.
Pero la inquietud de Calderón Palacios trasciende los
límites convencionales del lienzo y el pedestal. Su conciencia ambiental, aguda
y comprometida, lo impulsa a explorar la bio-construcción, insuflando nueva
vida a las maderas recicladas de los ríos y potreros que surcan la región donde
vive.
En sus manos, estos vestigios de la naturaleza y de la
actividad humana se metamorfosean en viviendas de diseño campestre, donde la
estética se fusiona con la ética de la sostenibilidad. Esta incursión en el
hábitat construido revela una comprensión holística del arte, no como una
actividad aislada, sino como una fuerza capaz de transformar el entorno y la
calidad de vida.
En el horizonte cercano, el maestro Calderón Palacios vislumbra nuevos desafíos y proyectos que expanden aún más su universo creativo. Fue seleccionado con su obra "Nuestra Tierra" en la prestigiosa fundación BAT para el Salón Nacional de Arte es un testimonio del impacto y la relevancia de su propuesta.
Mientras el artista mutifacetico aguarda los resultados,
su taller se convierte en un laboratorio de ideas donde la madera y raíces rescatadas
del río Guayas y de los árboles talados se transforman en esculturas que
palpitan con la memoria del paisaje.
La visión del maestro Calderón
Palacios va más allá de la creación individual; anhela construir puentes entre
el arte y la comunidad. La adecuación de una parcela como espacio de encuentro
y reflexión para artistas y amantes del arte revela una generosidad creativa,
un deseo de compartir la experiencia estética como un catalizador de diálogo y
comprensión.
La obra de Alexander Calderón Palacios se erige,
entonces, como un testimonio elocuente de la capacidad del arte para trascender
su propio dolor y la injusticia. Sus lienzos y esculturas no son solo objetos
estéticos; son vehículos de memoria, detonantes de conciencia y semillas de
esperanza.
En sus formas, a veces oníricas y evocadoras de un
surrealismo telúrico, a veces depurado y esencial en su abstracción geométrica,
resuena el eco de las víctimas, la urgencia de la paz y el profundo respeto por
la fragilidad del medio ambiente.
![]() |
Estudiantes de la “Institución Educativa Instituto Técnico Comercial Sagrados Corazones” siguen sus pasos artísticos |
Este artista caqueteño, despojado de los hábitos pero
investido de una profunda humanidad, nos invita a contemplar el arte no como un
lujo superfluo, sino como una herramienta esencial para la construcción de una
sociedad más justa y sensible.
![]() |
Obras de sus estudiantes de la “Institución Educativa Instituto Técnico Comercial Sagrados Corazones” de Puerto Rico Caquetá |
Su trayectoria vital, marcada por la transformación y el
compromiso, se refleja en una obra que nos interpela sobre nuestro propio papel
en la construcción de un futuro donde la belleza y la justicia puedan florecer
juntas, como las orquídeas silvestres que adornan los paisajes de su amada
tierra.
En el lienzo de su existencia fracturada, Alexander
Calderón Palacios pinta una poética de la resiliencia, un canto a la esperanza
que emerge de las entrañas mismas del conflicto, iluminando el camino hacia la
reconciliación y el respeto por la vida en todas sus manifestaciones. Su arte
no es solo una representación del mundo; es una invitación a transformarlo.
Contacto:
https://web.facebook.com/alexander.c.palacios